¡Primeros pasos! Riego, trasplante y abono
¡Hooola miniplanter!
¡Parece que has recibido tus minis! Nos alegramos un montón, esperamos que llenen tu casa de felicidad y alegría.
Las minis son plantas en una fase de crecimiento temprana, son frágiles así que deberías tener en cuenta algunos consejos que te detallamos a continuación para que todo vaya bien. Si las minis te han llegado mal no dudes en escribirnos a equipo@miniplanta.com para ayudarte.
También te aconsejamos que busques las fichas de producto de las minis que has adoptado en tu casa para ver consejos detallados. De todas formas vamos con los básicos:
Como regar tus miniplantas
La mayor parte de las plantas necesitan regarse cuando el sustrato ya está totalmente seco, y no antes. Para conocer el estado del sustrato solo tienes que coger un palillo (un mondadientes o un pinchito de madera) y clavarlo en el sustrato, hacia la parte de fuera de la maceta, alejado del tallo, y hasta el fondo. A continuación retíralo; si sale completamente seco, puedes regar. Si se ha humedecido, espera.
Hay unas pocas excepciones a esta regla: alocasias, caladium y calatheas preferirán que las riegues cuando el sustrato está empezando a secarse. No obstante, mueren muchas más plantas de sobre riego que de falta de riego, así que, si dudas, espera un día más, y vuelve a comprobar el sustrato.
En el lado contrario están los cactus y suculentas (hoyas, sansevierias, sedum, ceropegias, senecios, peperomias, kalanchoes, echeverias , euphorbias...) que necesitarán poquísimo riego. No solo debe estar el sustrato totalmente seco, sino que debes notar que sus hojitas empiezan a arrugarse, viéndose como un poco desinfladas. En ese momento y no antes es cuando debes regarlas.
El agua a utilizar para regar debe ser, preferentemente, libre de cloro. Puedes dejarla en una jarra o botella reposando la noche antes, usar agua filtrada, o agua de lluvia. Si, también puedes usar agua del grifo directamente, pero debes saber que para tus plantas es mucho mejor -y supone poco esfuerzo y ningún gasto- usar agua reposada.
El modo de regarlas que recomendamos es siempre por inmersión: pones un poco de agua en un plato hondo o platillo, añades abono (si lo tienes), y colocas en él las macetas. Para la mayoría de miniplantas serán suficientes 5 minutos. A continuación, déjalas escurrir bien el agua sobrante, en un escurridor, paño o papel, y ya puedes volver a colocarlas en su sitio.
La frecuencia con la que tendrás que regarlas no depende de los días que pasen, no te creas donde te dicen que riegues cada 4 o 7 días. Hay muchos factores que influen en la cantidad de agua que consume una planta: la humedad de donde vivas, la temperatura ambiente, el tipo de maceta, la cantidad de sustrato en comparación con las raíces, la época del año... ¡es imposible adivinar las necesidades de cada planta en tu casa!
Lo que sí puedes hacer es establecer un día a la semana para comprobar si necesitan riego. Establecer una rutina evitará despistes y que te olvides de ellas o las riegues dos veces por error.
¿Trasplantar o no transplantar?
Cuando te lleguen las minis, NO es bueno que las transplantes en seguida, ya que el tener que adaptarse a tu casa ya es suficiente estrés, como para añadir a mayores el estrés del transplante. Recomendamos esperar al menos dos semanas, y, pasado ese tiempo, solo transplantar si es necesario.
El momento te lo dirá la propia planta: debes transplantar cuando veas que las raíces son abundantes dentro de la maceta, sobresaliendo notablemente de entre el sustrato. Para verlas, puedes separar un poco la planta de la maceta. Si no ves ninguna raíz o muy pocas, no transplantes. Si ves muchas raíces, llegó el momento de hacerlo. Si dudas, espera: la mayoría de las plantas prefieren estar apretaditas en la maceta. Y recuerda: no antes de las dos semanas, es importante que primero se adapten a tu casa.
Puedes trasplantar en cualquier época del año, aunque las mejores épocas son la primavera y el otoño, por ser momentos en que las plantas generalmente crecen mucho. Hazlo cuando toque regar, pues así el sustrato estará suelto y será más fácil.
Para transplantar correctamente lo ideal es que cojas una maceta solo unos centímetros mayor que la anterior y añadas un poco de sustrato. A continuación retira tu planta de su maceta, remueve suavemente el viejo sustrato sin toquetear demasiado las raíces, y sitúa la planta en su nueva maceta. Rellena con más sustrato, sin apretarlo con los dedos, y da unos toquecitos en el fondo para retirar el exceso de aire. Por último, hazle un riego por inmersión, para que se hidrate, y sitúala de vuelta en su lugar habitual.
Como abonar las miniplantas
En general, las necesidades de nutrientes están determinadas por el tipo de planta, su tamaño y su ciclo biológico, entre otros parámetros. La disponibilidad de los nutrientes presentes en el sustrato, por su parte, está muy relacionada con el pH.
Los mejores son los solubles, como los que tenemos que son especiales para minis. Disuelve en agua en las cantidades que te especifica en el bote. Lo ideal es no abonar en cada riego, intenta aplicarlo cada dos o cada tres, pero investiga lo que necesita tu planta específicamente.
¡Con esto tienes todo lo necesario para que tu mini vaya creciendo un montón!
Si tienes dudas puedes consultarnos a traves de instagram o del correo electrónico.
Mucho ánimo y lo más importante... ¡DISFRUTA DEL CAMINO!